lunes, agosto 18, 2025

Cuarta aparición de Fatima, "Rezad, rezad mucho..." 19 de agosto de 1917

 

“Estando con las ovejas, en compañía de Francisco y de su hermano Juan, en un lugar llamado Valinhos, y sintiendo que alguna cosa sobrenatural se aproximaba y nos envolvía, sospechando que Nuestra Señora viniese a aparecérsenos, y dándome pena que Jacinta se quedase sin verla, pedimos a su hermano Juan que fuese a llamarla.”

“Entretanto vi, con Francisco, el reflejo de la luz que llamábamos relámpago, y habiendo llegado Jacinta, un instante después, vimos a Nuestra Señora sobre una carrasca.”

—¿Qué es lo que Vd. quiere de mí?

Quiero que sigáis yendo a Cova de Iría el día 13; que continuéis rezando el Rosario todos los días. El último mes haré un milagro para que todos crean.

—¿Qué es lo que Vd. quiere que se haga con el dinero que la gente deja en Cova de Iría?

Que hagan dos andas: una, llévala tú con Jacinta y dos niñas más, vestidas de blanco; y otra, que la lleve Francisco y tres niños más. El dinero de las andas es para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario; lo que sobre es para ayudar a una capilla que deben hacer.

—Quería pedirle la curación de algunos enfermos.

—Sí; a algunos los curaré durante el año.

Y tomando un aspecto más serio dijo:

Rezad, rezad mucho, y haced sacrificios por los pecadores, pues van muchas almas al infierno, por no tener quien se sacrifique y pida por ellas.

Y como de costumbre comenzó a elevarse en dirección al naciente.





domingo, agosto 17, 2025

Santa Elena de la Cruz, 18 de agosto

 


Constancio casó con Elena, hermosísima doncella, muy avisada y honesta, y tuvo de ella al gran Constantino. Elena su madre se hizo cristiana, y después se convirtió también su hijo a nuestra santa religión. Viendo los judíos, que aquel a quien sus padres habían crucificado era tenido por verdadero Dios y adorado del mismo emperador y de los grandes de su imperio, se alteraron mucho y pretendieron rebelarse; pero fueron castigados severamente. Dejadas pues las armas, quisieron con las letras y disputas oscurecer la gloria de Jesucristo, y persuadir a santa Elena y al emperador su hijo, que habían de mudar de religión y tomar la de los judíos: y para sosegarlos, se dio orden que viniesen a Roma los más insignes letrados de los judíos y que acerca de ella disputasen con san Silvestre, vicario de Jesucristo; y el santo pontífice, en presencia del emperador y su madre, los convenció y confundió de tal manera que no supieron que responder, ni más hablar.

Después que en Nicea se celebró aquel famoso y universal concilio en el que se condenó la perversa doctrina de Arrio, tuvo santa Elena revelación del cielo de ir a Jerusalén, y visitar aquellos santos lugares consagrados con la vida y muerte de Cristo y buscar en ellos el precioso madero de la santa Cruz. Fue la santa emperatriz, cargada de años, con grandes ansias de hallar tan precioso tesoro y manifestarle al mundo, y el Señor cumplió sus deseos, y declaró con evidentes milagros, ser aquella la misma cruz, en que murió el Autor de la vida.

La santa emperatriz mandó edificar un suntuoso templo junto al monte Calvario, donde había hallado la santa Cruz, otro en la cueva de Belén y otro en el monte Olivete; los cuales dotó y enriqueció de muchos y preciosos dones. Visitó también los monasterios de vírgenes consagradas a Dios con tan rara modestia, que ella misma, vestida pobremente, les daba aguamanos y servía de rodillas: y después de haber andado por otros lugares y provincias de Palestina, y mandado edificar en ellos muchas iglesias y oratorios, y repartido largas limosnas y dado libertad a los presos de las cárceles en honra de Jesucristo, volvió, siendo ya de ochenta años, a Roma, donde estando presente el emperador Constantino, su hijo y sus nietos, después de haberles dado muy santos consejos y su bendición, entregó su espíritu al Creador.

Reflexión: ¿Cómo pudieron imaginar los judíos deicidas que aquella Cruz tan afrentosa en que pusieron a Cristo, había de ser adorada de las gentes y puesta como el más precioso ornamento de las coronas de los emperadores del mundo? Es un acontecimiento que ha durado ya largos siglos. Y ¿cómo podrían creer los modernos enemigos de la Cruz de Cristo y de su Iglesia que esta misma Cruz ha de triunfar finalmente de todo el mundo universo? Será también un acontecimiento: porque escrito está que cuando llegue la plenitud de las naciones, se convertirá Israel, y que el Crucificado ha de atraer a sí todas las cosas.

Oración: Oh Señor Jesucristo que revelaste a la bienaventurada Elena el lugar donde estaba oculta tu santa Cruz, para enriquecer a tu Iglesia con este tesoro preciosísimo; concédenos por su intercesión, que por el precio inestimable de este árbol de vida, alcancemos el premio de la vida eterna. Por JCNS. Amén.


sábado, agosto 16, 2025

No se olviden de las Almas del Purgatorio (narración del Padre Carlos Ignacio)

 


Santa Gertrudis vio a Jesús llevar a las Almas del purgatorio al cielo, de acuerdo con el número de oraciones hechas por ellas.

Santa Gertrudis fue una Santa Mística del siglo XIV, una monja benedictina que recibió muchas visiones celestiales. Entre sus numerosas revelaciones privadas se encuentran breves escenas del purgatorio.

En una de estas visiones se describe en el libro “La vida y las revelaciones de Santa Gertrudis.” La obra destaca el poder de la oración por las Almas del purgatorio. Y así tenemos un pasaje que dice:

“El miércoles, en la elevación de la hostia, suplico a Nuestro Señor por las Almas de los fieles del purgatorio, que fueran liberados de sus dolores en virtud de su admirable ascensión.”  Y ella vio a nuestro señor descendiendo al purgatorio con una vara de oro en la mano que tenía tantos ganchos como oraciones se habían hecho por esas Almas. Por lo tanto, parecía atraerlos a un lugar de descanso. Comprendió, por tanto, que cada vez que alguien reza, generalmente por razones de caridad para las almas del purgatorio, la mayor parte de las almas que durante su vida han hecho obras de caridad son liberadas.



jueves, agosto 14, 2025

Detalles de la Asunción de María en cuerpo y alma a los cielos, 15 de agosto


La amantísima Virgen y Madre subió de la tierra a los Cielos para unirse a su Hijo en un amor inefable. El amor es virtud unitiva y nadie amó más a Jesús como Ella.

Dogma de Fe

Después de una vida marcada por la Cruz de su Hijo Divino, llegó la hora de la alegría y el triunfo. Por singular privilegio, la Santa Madre de Dios subía a los Cielos en cuerpo y alma. Con la constitución apostólica Munificentissimus Deus, el Papa Pío XII el 1 de noviembre de 1950 definió este dogma de fe.

Pio XII, en la fórmula dogmática del documento no define si Nuestra Señora murió o no, o sea, si fue elevada al Cielo después de haber resucitado, o si fue trasladada en cuerpo y alma al Cielo sin pasar por el trance de la muerte.

De una manera u otra, lo que la tradición cristiana y los Padres de la Iglesia garantizan es que el sagrado cuerpo de la Santísima Madre no sufrió la corrupción del sepulcro. El Tabernáculo bendito del Verbo Divino no fue reducido a polvo.

Sor María de Jesús de Ágreda en su libro "Vida de la Virgen María" relata:

Corriendo el curso de los tres últimos años de la vida de nuestra Señora, ordenó el Poder Divino con una oculta y suave fuerza, que todo el resto de la naturaleza comenzara a sentir el llanto y prevenir el luto para la muerte de la que con su vida daba hermosura y perfección a todo lo criado. Los Apóstoles, aunque estaban derramados por el mundo, comenzaron a sentir un nuevo cuidado que les llevaba la atención, con recelos de cuándo les faltaría su Maestra; porque ya que, suponían por inspiración Divina, no se podía dilatar mucho este plazo inevitable. Los otros fieles moradores de Jerusalén y vecinos de Palestina reconocían en sí mismos como un secreto aviso de que su tesoro y alegría no sería para largo tiempo.

Pocos días antes del tránsito de la Divina Madre concurrieron a ella innumerables avecillas, postrando sus cabecitas y picos por el suelo, y rompiendo sus pechos con gemidos, como quien dolorosamente se despedían para siempre.

La mayor maravilla que sucedió en el general sentimiento y mudanza de todas las criaturas fue, que por seis meses antes de la muerte de María, el sol, luna y estrellas dieron menos luz que hasta entonces habían dado a los mortales, y el día del dichoso tránsito se eclipsaron como sucedió en la muerte del Redentor del mundo. Y aunque muchos hombres sabios y advertidos notaron estas novedades y mudanza en los orbes celestiales, todos ignoraban la causa, y sólo pudieron admirarse, pero no los Apóstoles y discípulos que asistieron a su dulcísima y feliz muerte.

Acercábase ya el día determinado por la Divina Voluntad en que la verdadera y viva Arca del Testamento había de ser colocada en el templo de la celestial Jerusalén con mayor gloria y júbilo. Y tres días antes del tránsito felicísimo de la gran Señora se hallaron congregados los Apóstoles y discípulos en Jerusalén y fueron todos con San Pedro al oratorio de la Reina, y halláronla de rodillas sobre una tarimilla que tenía para reclinarse cuando descansaba.

La disposición natural de su sagrado y virginal cuerpo y rostro era la misma que tuvo de treinta y tres años; porque desde aquella edad nunca hizo mudanza del natural estado, ni sintió los efectos de los años, ni de la senectud ó vejez, ni tuvo rugas en el rostro ni en el

cuerpo, ni se le puso más débil, flaco y magro, como sucede á los demás hijos de Adán, que con la vejez desfallecen y se desfiguran de lo que fueron en la juventud y edad perfecta. La inmutabilidad en esto fue privilegio único de María, así porque  correspondiera a la estabilidad de su alma purísima, como porque en ella fue correspondiente y consiguiente a la inmunidad que tuvo de la primera culpa de Adán, cuyos efectos en cuanto a esto no alcanzaron a su cuerpo ni a su alma.

 

 




 

miércoles, agosto 13, 2025

Virgen de Urkupiña, Bolivia, 15 de agosto (historia y devoción del pueblo boliviano)

 


La Historia de María de Urkupiña tiene su origen en un lugar muy peculiar en la ciudad de Cochabamba, específicamente en la provincia de Quillacollo en las bajas colinas de la comarca boliviana de Cota y se remonta a la época colonial.

Se dice que en ese lugar, una niña de familia de escasos recursos, pastoreaba sus ovejas cuando un día se le apareció una señora deslumbrante con su niño en brazos quien comenzó a jugar con la pequeña. Muy emocionada al llegar a casa comentó lo sucedido a sus padres, quienes no pudieron creer el relato de su hija. Sin embargo, un 15 de agosto junto con algunos vecinos se dirigieron al lugar donde la niña pastoreaba, llevándose la sorpresa de verla acompañada de la señora y su hijo,  quienes comenzaron a ascender a los cielos como si de un sueño se tratase y en ese momento la niña gritó en quechua: Jaqaypiña urqupiña, urqupiña, que significa, “ya está en el cerro”. Fue así como nació el nombre de Virgen de Urkupiña. Justamente en ese mismo lugar es donde la gente del pueblo encontró la imagen de la Virgen, donde actualmente también está construido el templo en donde es venerada por los peregrinos.

Sus fieles seguidores llaman a la Virgen de Urkupiña simplemente “Mamita”, un modismo de raíz boliviana que al mismo tiempo genera una cercanía y una empatía mayor entre los creyentes y la imagen.

La documentación explícita a cerca de la festividad de la Virgen de Urcupiña:

Una pintura de la imagen de la Madre en el arte Virreynal que data del año de 1761, con el nombre de "Virgen de Urkupiña".

"Mando por el auto que se halla en dicho libro original que su mecerd bajo de precepto de Santa obediencia, solícitese las perlas pertenecientes a Ntra. Señora de Orqopiña y demás bienes extraídos pertenecientes a esta Iglesia" (Libro de Fábrica de la Iglesia de San Ildefonso de Quillacollo, 1770).

"El alumbrado de la Iglesia de Quillacollo en la mayor parte del año se ayuda con las ceras que los devotos llevan a la festividad de Nuestra Señora conocida con el nombre de Urcupiña." (Libro de Fábrica de la Iglesia de Quillacollo 1848 - 1855)


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