Hace un mes, mas o menos, estaba pensando en hacer el relato del milagro que hizo San Francisco Solano en nuestras tierras. Caminando, conversando y contando a lo que me dedico, salió la historia del pozo de pescados, como se lo conoce en la zona de Trancas, Tucuman.
Miriam Ale, es la mama de Ana
Catalina Pérez Arias y no dudó en compartir su experiencia de fe y esperanza.
Una experiencia que puede alentar a muchos a seguirla y confiar, no en el pozo
en sí, sino en la intercesión de los Santos, teniendo a Dios como el obrador de
esos milagros. Les dejo el relato escrito y el enlace del audio de Miriam para
que sientan la emoción del MILAGRO DE SU VIDA.
Ana Catalina es la menor de 3 hermanos, la única nena. Una bebé muy
esperada que llegó para completar nuestra familia y llenarla de juegos y sueños
rosas. El 23 de marzo del 2023 parecía todo normal. Hacía poco tiempo había
comenzado las clases y era su primer grado. Su papá, Nicolás, paso a retirarla
por el Colegio en moto y en la espera del cambio de semáforo, ella le dice que
no puede ver nada, que tenía los ojos abiertos, pero no veía, que se sentía
mal. Pasamos de médico en médico y por muchos y varios estudios. Y nos dieron
distintos diagnósticos, todo en base a lo que ella relataba hasta que
estuvieran los resultados de los estudios.
Llegó el primer informe, micros infartos y una mancha en la parte izquierda
del cerebro sin nada por hacer, según los médicos, nos dijeron que esto se
podía repetir y que ella había tenido un ACV (NR: Accidente Cerebro Vascular),
pero no había nada que podíamos hacer para prevenir y evitar que pase
nuevamente. En nuestra desesperación pusimos toda la fe en Dios y por una amiga
llegamos al pozo de San Francisco. Y ella, ella nos había contado que era muy
milagrosa.
Llegamos y el lugar es mágico. Transmite paz y tranquilidad. Nos dijeron
que debíamos pedir 3 deseos y tocar la campana. Nuestro deseo y súplica más
importante fue; que no se vuelva a repetir y que ella pueda tener una vida
feliz y sana.
Los controles médicos que vinieron después, todos salieron bien. Nosotros
no fuimos buscando una cura a una enfermedad que ya había pasado y la mancha
del cerebro estaba ahí. Fuimos buscando el milagro de que no vuelva a
repetirse. Y así fue. El pozo de San Francisco Solano hizo el milagro en
nuestra pequeña.
Escuchar el relato Aquí
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