Padre de los pobres y de los
enfermos, consagró a su servicio, en el siglo sensual y egoísta de la Reforma,
sus propias fuerzas y la Congregación que fundó. El antiguo soldado a quien
sólo apasionaba el juego empleó sus días, salud, y vida en pro de los miembros
doloridos del cuerpo místico de Cristo. Enfermo como estaba, el dolor y el amor
le dieron un corazón de madre ante el sufrimiento, como ha pasado por el
hospital, conoció las miserias que hay que aliviar y los desórdenes que deben
ser suprimidos. Puso a la cabecera de los desgraciados, en vez de enfermeros
codiciosos y, en ocasiones, descuidados, almas complacientes, abrasadas de la
ardiente llama de la divina caridad. El hospital es su elemento; su paraíso
terrestre; fuera de él desfallece su vida. En el lecho de muerte, como un gesto
simbólico, hará que le traigan las llaves del hospital, porque ellas le abrirán
el cielo, como se lo abrirán a sus hijos y a cuantos sean en esta tierra
«ministros caritativos», siervos de los enfermos. Santa y poderosa filosofía
cuya verdad es el mismo amor, única fuerza de crear los grandes héroes de la
fe.
ü Pequeños “memorares” de San
Camilo:
ü ü El nacimiento de San Camilo fue considerado un milagro ya que, al momento de dar a luz, su madre tenía cerca de 60 años.
ü San Camilo conoció a San Felipe Neri: La historia cuenta que con el acompañamiento de San Felipe Neri, Camilo trató de suavizar su carácter rudo; con los franciscanos capuchinos aprendió la humildad y el amor al sacrificio; y con los jesuitas comprendió la fuerte exigencia de la vida espiritual.
ü ü Fue precursor de la Cruz Roja: Camilo fundó la Congregación de los Hermanos Ministros de los Enfermos y Mártires de la Caridad y los envió a los campos de batalla. De esta manera, 250 años antes del nacimiento de la Cruz Roja Internacional, la “cruz roja” de los hábitos de los hijos de San Camilo brilló en los campos de batalla como signo de fraternidad. Cuando su mamá estaba embarazada, soñó que su hijo lideraba un grupo en el que todos llevaban una cruz roja en el pecho.
ü ü Profetizó su muerte; Camilo profetizó que moriría en Roma en la fiesta de San Buenaventura, el 14 de julio, según el antiguo calendario litúrgico, y así sucedió en 1614.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario