San Bonifacio hace dar con el hacha en el árbol de Júpiter dedicado a los demonios. El árbol, por virtud del Todopoderoso, cae hecho pedazos en cuatro partes. Viendo el milagro, los gentiles se convierten y nuestro Santo manda edificar en aquel sitio un oratorio en honor del apóstol San Pedro.
MARTIRIO Y CULTO DE SAN BONIFACIO
EL día 5 de junio del año 755, se detuvo el santo arzobispo cerca de Dokkum, Paises Bajos.
Todo estaba ya dispuesto para la celebración del Santo Sacrificio, y sólo se esperaba que llegasen los numerosos neófitos que habían de recibir la confirmación. Al amanecer, vióse venir a lo lejos innumerable muchedumbre de gente; pero no los que se esperaban.
Eran paganos que, atraídos por la esperanza del pillaje, cayeron armados sobre el santo y sus compañeros. Los clérigos y criados de Bonifacio quisieron tomar las armas para resistirles, pero el santo salió de su tienda y les dijo: «Dejad las armas, hijos míos, y ya que ha llegado ocasión de alcanzar la corona, seamos fuertes en el Señor, el cual salvará nuestras almas». Se adelantó él primero hacia los bárbaros, y los clérigos y servidores le siguieron: todos ellos lograron en ese día, la corona del martirio. Al lado de San Bonifacio se halló un libro salpicado de su sangre titulado "Del beneficio de la muerte", cuyo autor es San Ambrosio.
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