Sigue el relato de Santa Filomena a la venerable Madre María Luisa de Jesús
"Mi cautiverio duró treinta y siete días, y en el medio de una luz celestial, vi a María con su Divino Hijo en sus manos, la cual me dijo: "Hija, tres días más de prisión y después de cuarenta días, se acabará este estado de dolor." Las felices noticias hicieron mi corazón latir de gozo, pero como la Reina de los Ángeles había añadido, dejaría la prisión, para sostener un combate más terrible que los que ya había tenido. Pasé del gozo a una terrible angustia, que pensaba me mataría.
"Hija, ten valentía," dijo la Reina de los Cielos y me recordó mi nombre, el cual había recibido en
mi Bautismo diciéndome: "Tu eres LUMENA, y tu Esposo es llamado Luz. No
tengas miedo. Yo te ayudaré. En el momento del combate, la gracia vendrá para
darte fuerza. El ángel Gabriel vendrá a socorrerte, Yo le recomendaré
especialmente a él, tu cuidado".
Las palabras de la Reina de las Vírgenes me dieron
ánimo. La visión desapareció dejando la prisión llena de un perfume celestial."
Cuato día de la novena 05 de agosto
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